Juan Luis Arsuaga
El cráneo de Descartes
Destino, 2023 (edición no venal)
Se trata de un libro editado para la FNAC como obsequio para acompañar en su venta la obra de Arsuaga Nuestro cuerpo, y de esta manera lo hemos adquirido (aunque no es nuestro deseo hacer publicidad, agradecemos la iniciativa). Se trata de un texto muy breve, prácticamente un relato corto, si lo vemos como narrativa, o un artículo, si lo vemos como ensayo, ya que diríamos que se encuentra a medio camino de ambas categorías. La relación entre el libro principal y este se justifica tanto por la temática (la anatomía) como por el hecho de que el filósofo es aludido en Nuestro cuerpo. Lo primero que podemos pensar al comprobar el asunto que trata es que nos recuerda al excelente Los huesos de Descartes, de Russell Shorto. Lo cierto es que Arsuaga, con honestidad, no oculta la referencia, ya que cita y recomienda (nosotros también) esta obra en una de las notas a pie de página. Si el libro de Shorto recorre un mayor abanico de contenidos, tanto acerca de la vida y sobre todo la muerte de Descartes como acerca de su filosofía, Arsuaga se centra en un único asunto: el cráneo del filósofo, tal como enuncia el título.
Para quien no conozca la historia, resumimos muy someramente. Tras morir Descartes, ya en su momento un personaje de reconocido prestigio, su cadáver es sometido a una serie de traslados entre distintos lugares de sepultura, a causa de determinados intereses. En algún momento de ese recorrido, el cráneo desaparece. Tiempo después es localizado un cráneo al que se atribuye, aunque sin evidencia, ser el de Descartes. Actualmente se encuentra expuesto como tal en el Museo del Hombre de París. Pues bien, Arsuaga nos narra esta historia con mayor detalle que lo hemos hecho aquí (y ello es lo que ya encontramos en Shorto, incluso más desarrollado), y añade una aportación propia que es lo que consideramos de mayor interés en este texto: una especulación alrededor de si el supuesto cráneo de Descartes sería o no auténtico basándose en las características que presenta. Así, compara su morfología con los retratos existentes de Descartes o analiza rasgos como las cavidades de los dientes o las suturas. Y, aunque no llega a una conclusión definitiva, resulta sumamente interesante conocer lo que se puede decir sobre este asunto desde la perspectiva de un paleoantropólogo.
Una lectura apasionante, amenísima, y que, de seguro, resulta un aperitivo ideal para Nuestro cuerpo, el cual también leeremos y comentaremos aquí próximamente.