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viernes, 1 de noviembre de 2019

SAMPEDRO (UN REGALO PARA MI ALUMNADO)


Como dije reiteradamente en aquel momento a quien quisiera escucharme, el 8 de abril de 2013 la cantidad de lucidez contenida en nuestro universo disminuyó de manera sustancial. Lo que acaeció en esa fecha fue la muerte de José Luis Sampedro, el hombre con la admirable mente que muchos quisiéramos poseer a los 90 años. Uno siempre intenta dar a conocer a su alumnado un poquito de lo que merece la pena (una idea, un libro,... o un personaje, como en este caso), incluso sabiendo que la mayoría de ellos hará caso omiso de lo que les muestro, pero aún así con la esperanza de haber dejado, quizás, aunque sea tan solo en uno de cada cien, un poso que pueda suponerle un enriquecimiento personal. Por ello, en mi curso de Filosofía de bachillerato suelo ofrecerles lo que, desde mi punto de vista, es un auténtico regalo: les presento a Sampedro. Lo hago a propósito de una determinada reflexión sobre la función crítica del pensamiento y sobre la conveniencia de pensar por uno mismo en lugar de permitir que sean otros quienes lo hagan en tu lugar. A mi parecer algo que en realidad, más que conveniente, como he dicho, es un auténtico imperativo moral. De modo que aprovecho para ilustrar semejantes ideas con el siguiente vídeo:




LAS ETAPAS DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA (EN CUATRO PELÍCULAS)


Utilizando extractos de algunas películas hemos editado el vídeo que aparece más abajo, con la finalidad de ilustrar para nuestro alumnado las grandes etapas de la historia de la filosofía. Con ello pretendemos que disponga de una referencia visual de cada una de esas épocas, así como de la ocasión de escuchar las palabras (aunque sean ficcionadas) de algunos pensadores representativos de las preocupaciones y las ideas de diversos momentos históricos.

Así, para la filosofía antigua, el Aristóteles que en la película de Oliver Stone sobre Alejandro Magno aparece impartiendo sus lecciones al joven macedonio, representa perfectamente el espíritu griego del momento, mientras expone sus ideas acerca de la virtud a través de la moderación, las cuales constituyen una de sus teorías más destacadas.

En la célebre novela de Umberto Eco El nombre de la rosa, el personaje de Guillermo de Baskerville es un claro trasunto de Guillermo de Occam. En la adaptación cinematográfica de dicha obra literaria encontramos esta secuencia en que se plasma una de las típicas disputas doctrinales propias de la filosofía escolástica del medievo.

Llegando a la modernidad, en el Cartesius de Rossellini podemos encontrar a un Descartes desafiante hacia las autoridades intelectuales y deseoso de dotar a la razón individual de la autosuficiencia y la autonomía que acabarían conduciendo a la ruptura con respecto a la tradición filosófica medieval.

Finalmente, en la película Hannah Arendt, vemos a una de las más destacadas filósofas del siglo XX impartiendo una lección universitaria en la que reflexiona acerca de ciertos temas que preocuparon tanto a ella como a otros pensadores contemporáneos, obligados a ofrecer una respuesta desde la filosofía a la barbarie del nazismo.




"ELLOS" Y "NOSOTROS"


Buscando materiales para un determinado trabajo que he estado realizando últimamente, llegué al emparejamiento de dos textos que, vistos en conjunto, resultan sumamente clarificadores. El primero pertenece al manual de sociología más clásico para los hispanohablantes, el de Salvador Giner, y supone un perfecto sustento teórico para lo expuesto en el segundo, el cual es un extracto del libro Facha, de Jason Stanley, ya reseñado en este blog.
 

"La distinción entre grupos y subgrupos obedece a un sistema de subordinación y supraordinación distinguible a todo observador externo. Aunque el miembro de un grupo dado alcance una visión parecida desde su propia posición subjetiva, su sentimiento de pertenencia a su grupo le impone otra distinción: la del grupo propio (in-group) y el grupo ajeno (out-group) para utilizar la expresión de Sumner. Es ésta una distinción elemental, basada en la vivencia que poseen los miembros de un grupo de pertenecer a un «nosotros» y de ver a los demás como a un «ellos». El «nosotros» es siempre parte integrante de la conciencia que uno tiene de su propio Yo. De ello se derivan muchos fenómenos, que van desde la mera cohesión del grupo al sentimiento etnocéntrico. El etnocentrismo —palabra acuñada también por Sumner— consiste en la actitud de considerar el grupo propio —a menudo el grupo cultural, racial o nacional a que se pertenece— como superior, y a los grupos ajenos como inferiores. El etnocentrismo es, pues, una valoración ligada en gran parte a elementos estructurales primarios de la vida grupal."

Giner, S., Sociología


"A medida que crece el miedo que sentimos hacia ellos, nosotros pasamos a encarnar todas las virtudes. Nosotros vivimos en el corazón rural de la nación, donde la pureza de los valores y las tradiciones del país milagrosamente siguen existiendo, a pesar del cosmopolitismo de las ciudades y del enjambre de minorías que viven en ellas, envalentonadas por la tolerancia progresista. Nosotros somos muy trabajadores y ocupamos un lugar preferente porque nos lo hemos ganado a pulso con nuestros méritos y nuestro esfuerzo. Ellos, en cambio, son vagos y subsisten gracias a lo que producimos nosotros: se aprovechan de la generosidad de nuestro estado de bienestar o recurren a instituciones corruptas, como los sindicatos, para quitarles el sueldo a los ciudadanos honestos y trabajadores. Nosotros hacemos, ellos nos quitan. Mucha gente no está familiarizada con la estructura ideológica del fascismo, en la que cada mecanismo se construye sobre otros."

Stanley, J., Facha